Por siempre será recordado el gran pugilista peruano Mauro Mina, a lo largo de su carrera deportiva cosechó muchos triunfos para el Perú, era todo un caballero en el deporte del boxeo, y además, forjó a muchos jóvenes en su gimnasio, con la idea de abocarse a la búsqueda de nuevos boxeadores que nos puedan deparar un título mundial en el difícil deporte de las narices chatas.
Algunos de los boxeadores que destacaron y que fueron dirigidos por el gran Mauro Mina fueron Roberto Dávila, Willy de la Cruz, Marcelo Quiñonez, Oscar Rivadeneyra y Rubén Poma.
La vida de Mauro Mina fue al principio muy difícil, entró tarde al colegio, tenía 9 años cuando ingreso al colegio de su pueblo Zarandango en Chincha, para ese momento ya no tenía padres, por tal motivo, pasó a la tutela de su abuelo. Terminó la primaria con mucho esfuerzo, no continuó la secundaria porque no contaba con las facilidades necesarias para seguir estudiando.
Un día asistió al coliseo de gallos y allí observó una pelea boxística, desde ese momento comenzó a interesarse del deporte de los puños. Ya en el colegio, por los amigos, tuvo que pelearse con un compañero de ascendencia japonesa, un profesor los vió y luego de la pelea les calzó a cada uno un par de guantes y nuevamente los hizó pelear.
Desde aquel día, con el permiso del director del colegio, el señor Dario Sotelo, organizaba todos los fines de semana veladas pugilísticas en el colegio. Después, lo comenzaron a invitar a participar en festivales públicos y la gente pagaba para ver los combates. En todas las peleas del festival ganaba. Luego fue llevado a Lima, donde participó en un torneo de interbarrios, resultó ganador en la categoría de los Welters (67 kg). A partir de ese torneo subió su popularidad. Posteriormente, fue seleccionado en Lima para pelear en Chile en el año 1951, ganó los cinco combates que disputó en el país sureño. Ya en 1952, en el Coliseo de Acho ganó el Latinoamericano. Estuvo de para unos cuantos años con el fin de cumplir con el servicio militar. Al término del cual inició su carrera profesional.
Su mejor pelea como profesional la realizó contra Bob Foster, aquella vez le ganó en gran forma; posteriormente, éste pugilista sería campeón mundial en la categoría de peso mediano.
El problema que se le presento al gran Mauro Mina fue la lesión a la retina en el ojo izquierdo, esto le trajo como consecuencia el retiro de los cuadriláteros tempranamente, cuando se encontraba en lo mejor de su carrera, a los 30 años. Si la medicina deportiva hubiese estado tan avanzada como lo ésta ahora, otra hubiera sido la historia.
El boxeo era su pasión, por lo que se dedicó en su gimnasio de los Paujiles a la búsqueda de nuevos valores.
un éxito mauro mina. un ejemplo deportivo a seguir.
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